Thursday, July 05, 2007

Covida concha tu vida! (la resurrección)

El Trome, sin fecha porque no me la acuerdo del 2007.-
El día de ayer, en la intersección de las avenidas Manuel Olguín y Javier Prado, un autobús anaranjado de enormes dimensiones colisionó con un pequeño auto azul, abollando la puerta trasera del mismo. El hecho se dio cuando el chofer del móvil de la ruta Covida se pasó de vivo y, para no sufrir el espantoso tráfico limeño, cambió su ruta infringiendo, para variar, todo tipo de legislación.
La versión más coherente de lo hechos la recogimos del conductor del auto azul quien se manifestó de la siguiente manera tras ser consultado por el accidente: "Bueno, yo venía tranquilo por el carril izquierdo de Olguín con la intención de entrar a Javier Prado. Al llegar a esta, me percato que a mi lado derecho un enorme autobús quería hacer lo mismo. Por precaución lo dejo pasar primero. Entonces este imbécil, calificativo que le doy siendo cariñoso, entró a Javier Prado muy pegado a mi carril, por lo que la parte posterior izquierda del móvil chocó con la puerta trasera derecha de mi auto". Las declaraciones, por supuesto, contienen un culto y desmesurado uso de groserías que nuestro diario no puede publicar.
Por otra parte, nuestro reportero se contactó con Danny Suárez, el cobrador del bus, quien sostuvo lo siguiente: "Ese chibolo pe...carro nuevo pe...se cree bacán y lo corre a 100 pe". Impactantes declaraciones que ponen en peligro cualquier argumento en contra.
El oficial de la Policía Nacional del Perú que se encontraba en el óvalo Monitor de la avenida Javier Prado, observó que de un auto azul se bajaba raudo y furioso un sujeto pequeño, que parecía menor de edad. Se había estacionado delante del autobús y le increpaba ferozmente al chofer para que se baje a ver lo que había ocasionado.
La identidad del efectivo policial se mantiene en reserva, pero nos dio su versión de los hechos. "Yo me encontraba dirigiendo mal el tráfico en el óvalo, como es usual, dejando parar a las combis donde les da la gana y perjudicando a todos, cuando de pronto tuve que acercarme a un joven que amenazaba de muerte a un inocente chofer de combi. Yo, como policía peruano, tuve que defender al valeroso chofer de combi, quien destruye todas las leyes de nuestro país y su resentimiento social lo lleva a ser querido por todos. ¿Para qué explicaciones? Era obvio que el señor decía la verdad.
Así pues, mientras el dueño del auto azul efectuaba una llamada telefónica a su empresa aseguradora, el chofer del autobús le explicaba al "jefe" que él no tenía Soat y, por ello, no debía ser sancionado.
Nuestro hábil reportero Yufer Moncada no dejó pasar la oportunidad de recoger el testimonio del chofer de aquel anaranjado camión, mientras él le devolvía los pasajes a los infortunados ocupantes del bus. "Si pe, venía corriendo él pe...100, 120 y él se ha estrellao contra mi parachoque pe, venía haciendo piruetas". Ni bien dijo esto, tuvimos la exclusiva de un hecho insólito. El joven del auto azul se acercó velozmente y, sin ninguna señal de serenidad en su rostro, le increpó. "Ah, venía a 120? Yo sé que eres una porquería de gente y no vales nada, pero te puedo comentar que si venía esa velocidad y estrellaba mi puerta trasera con tu parachoque, probablemente no esté parado acá a tu costado con unas ganas incontrolables de matarte". La necedad continuó y el chofer, viéndose en desventaja, acudió al repertorio de argumentos que aprende en la academia nacional de resentimiento social del Perú. "Tu crees que eres superior a mí? Yo tengo 3 hijos estudiando en el extranjero pe, no me vengas con esas cosas".
Luego de esta inefable intervención, lo único que merecía dicha persona era la muerte de la manera más cruel. Afortunadamente, para la vida de este inmundo chofer, la compañía aseguradora llegó al lugar de los hechos, a constatar que efectivamente este ignorante no podía tener la razón. Pero como la justicia en este país no existe, los hechos transcurrieron de la siguiente forma. Al promediar las seis de la tarde de aquel fatídico viernes, los implicados fueron conducidos a la comisaría de Monterrico para el correspondiente dosaje etílico. Dentro de ella se observaron las plegarias de un desesperado chofer por librarse de cualquier pena, conociendo él las artimañas necesarias para tal caso, ya que no era extraño su habitual presencia en aquel recinto.
Terminados los trámites legales, los resultados arrojados fueron los siguientes: el joven conductor del auto azul había sufrido la extracción de su sangre, tuvo que pagar la prima del seguro y se sopló un tiempo sin el carro. El chofer, nada por supuesto, por ello sigue trabajando día a día jodiéndoles la vida a los demás.
Nota: no sé porque no se incluyen todas las lisuras del caso, las amenazas de muerte, las ofensas racistas, los intentos de homicidio y toda aquella parte interesante de la noticia. Quizás porque el joven conductor del auto azul fui yo, un peruano más incapaz de poder obtener un resultado justo en este país, donde el más hijo de la concha de toda su madre siempre sale ganando. Por eso, sólo me quedó la satisfacción de que pierda un día de trabajo y pague su dosaje, así que no me queda más que desearle lo peor en la vida. Covida la reconcha tu vida!

6 comments:

Ale said...

soy la primera persona chevere que acepto perder su tiempo aqui, que increible (uu)odio los micros naranjas, odio los micros naranjas que son grandes, odio los micros naranjas que son grandes y tienen dos puertas (es muy confuso, la gente entra y sale por donde quiere), los conductores de microsnaranjas grandes con dos puertas, son como sus vehiculos, confusos confusos..

Herr Hauptmann said...

Jajaja!!! , te faltó el "tu porque llevas terno te crees mejor que yo" (palabras de un taxista que me cerró con su Tico y lo choqué por detrás). Si pues es la pura verdad, esos hijosdefruta siempre salen libres de polvo y paja, total una raya más al tigre en su micro no les hace nada y siguen cometiendo infracciones de forma desmesurada. Algo así le pasó a mi hermano, el won del micro que lo chocó no pagó ni un real y hasta ahora sigue ahí impune.

Hasta que por fin regresaste! , ya voy a modificar mi blog....

Mefistofeles, Cazador de almas said...

Primero que nada... ya era hora que volvieras por estos lares.

Ahora si voy al comentario:
jajaja... me parto de risa.... quiiii guiiiina. Eso me recuerda que un dia saliendo del gimnasio tomo un taxi y a media cuadra (Benavides con Larco) una combi se pasa la luz roja y choca aparatosamente contra el taxi escontandolo por no decir empujandolo hacia la otra esquina. Antes que pudieramos decir nada (el taxista y yo), bajó el cobrador y con la concha mas grande del mundo me dice "pituqito de mierda, mira lo que has hecho". Estaba en shock no tanto por el golpe sino por la conchudez evidente de este webon cuya combi adornaba frontalmente todo el lado derecho del taxi. Al bajar, por la puerta del chofer, armamos una bronca cuyo resultado fue: el taxi al taller bajo la aseguradora, la combi sin pasajeros y sin parachoques, un policia que escuchaba entre putamadres, carajos, y chuchas las prosas ritmicas del chofer y el cobrador de la combi. Este atento servidor, ante la evidente situación y las miradas atentas de todo el gimnasio que espectaba desde la ventana tuvo que hacerse de otro taxi para irse de ese lugar.

Anonymous said...

Aventuras en la combi: Dos veces me subí a una combi porque en mi pueblo casi no hay, además que con dos soles en tu taxi te vas pa todos lados. La cosa es que la primera vez fui un rato parada pero no me incomodó por que tu estabas conmigo y la segunda fui sentada frente a un reguetonero con su bling-bling.

Anonymous said...

oe chato..no figuro n ninguno de tus blooooogs..te odio a mil..soy alonso

Anonymous said...

oe pensandolo bien..no t odio..a pesar que me qieres un reculo..prefiero el anonimato dados todos los malos humores y sacada de mandibula que te he hecho pasar..asi q dejemoslo ahi nomas..pon algo d moche pa burlarme de el